Cuando hablamos de impermeabilización, es fundamental elegir el sistema adecuado para garantizar la protección de nuestros proyectos ante la humedad y las filtraciones. Dos de las opciones más populares en el mercado son las membranas líquidas y las membranas asfálticas. Aunque ambas cumplen la función de evitar el ingreso de agua, cada una tiene características particulares que las hacen más adecuadas para ciertos tipos de proyectos.
En este blog, te explicamos en detalle las diferencias más importantes entre estos dos tipos de membranas y en qué casos es mejor optar por una u otra.
1. Adherencia al Soporte
La adherencia al soporte es crucial para que la impermeabilización sea efectiva a largo plazo.
- Membranas Líquidas: Ofrecen una excelente adherencia a una amplia variedad de superficies, como hormigón, metal y cerámica, sin necesidad de capas intermedias. Debido a su forma líquida, se adaptan perfectamente a superficies irregulares, llenando poros y asegurando un sellado completo.
- Membranas Asfálticas: Necesitan una imprimación previa para mejorar su adherencia. Aunque tienen buena adherencia en superficies planas, pueden ser más difíciles de instalar en superficies con muchas irregularidades, lo que requiere más atención y trabajo.
2. Adaptación a Cualquier Forma de Cubierta
En proyectos complejos, donde las superficies pueden no ser uniformes o planas, es importante que el material impermeabilizante se adapte bien a la forma del soporte.
- Membranas Líquidas: Son ideales para superficies irregulares o con detalles complejos. Al aplicarse en forma líquida, pueden cubrir sin esfuerzo formas curvas, ángulos complicados, tuberías y juntas, creando una barrera uniforme.
- Membranas Asfálticas: Son más rígidas y difíciles de manejar en superficies no planas. En cubiertas con curvas o formas no regulares, las membranas asfálticas necesitan cortes y ajustes manuales, lo que puede generar puntos débiles si no se instalan correctamente.
3. Continuidad de la Membrana sin Juntas
Las juntas o solapes entre secciones de la membrana pueden ser puntos vulnerables por donde el agua se filtra.
- Membranas Líquidas: Al aplicarse en estado líquido, crean una capa continua sin juntas. Esta característica es especialmente valiosa en grandes superficies o en zonas con muchos detalles, ya que elimina las uniones, reduciendo el riesgo de filtraciones.
- Membranas Asfálticas: Al venir en rollos, siempre tendrán juntas y solapes entre cada sección. Aunque se sellan mediante soldadura o pegamento, estos puntos pueden representar zonas vulnerables si no se instalan con precisión.
4. Alternativa al Tope de Altura
En algunos proyectos, el grosor del sistema impermeabilizante puede ser un factor a considerar, especialmente cuando se trabaja en cubiertas con restricciones de altura.
- Membranas Líquidas: Se aplican en capas delgadas (generalmente entre 1-3 mm), lo que hace que no afecten significativamente la altura final de la superficie. Esto es ideal para cubiertas donde cada milímetro cuenta.
- Membranas Asfálticas: Requieren la aplicación de varias capas, y el material en sí es más grueso, lo que puede aumentar la altura de la cubierta y ser un problema en proyectos con limitaciones de espacio.
5. Localización y Reparación de Roturas
Con el tiempo, cualquier sistema de impermeabilización puede necesitar reparaciones. La facilidad con la que se localizan y reparan los daños puede marcar la diferencia en costos y tiempos de mantenimiento.
- Membranas Líquidas: Gracias a su naturaleza continua, las roturas son fáciles de localizar y reparar. Basta con aplicar una nueva capa líquida sobre la zona dañada, sin necesidad de retirar el material existente.
- Membranas Asfálticas: Las roturas pueden ser más difíciles de localizar, especialmente en las uniones entre los rollos. Además, la reparación suele requerir cortar y retirar la parte afectada, lo que puede hacer el proceso más complicado.
6. Aplicación en Puntos Singulares (Esquinas, Desagües, etc.)
Los puntos singulares, como desagües, esquinas o juntas, son áreas críticas que requieren especial atención durante la instalación de cualquier sistema de impermeabilización.
- Membranas Líquidas: Son muy fáciles de aplicar en puntos singulares. Al ser líquidas, se adaptan sin esfuerzo a cualquier rincón o detalle, asegurando una cobertura perfecta alrededor de penetraciones, esquinas y otros elementos estructurales.
- Membranas Asfálticas: Son más difíciles de ajustar en estos puntos debido a su rigidez. En estas áreas es necesario realizar cortes precisos y solapes, lo que aumenta el riesgo de errores y de posibles filtraciones.
Conclusión: ¿Cuál Elegir?
La elección entre membranas líquidas y membranas asfálticas dependerá en gran medida del tipo de proyecto y las características de la superficie a impermeabilizar.
- Si necesitas un sistema que se adapte a superficies irregulares, que sea fácil de reparar, y que proporcione una capa continua sin juntas, las membranas líquidas son la mejor opción. Son ideales para proyectos complejos o con detalles arquitectónicos.
- Si tu proyecto tiene una superficie amplia y regular, y buscas una solución más económica en cuanto a material, las membranas asfálticas pueden ser una opción robusta y duradera, siempre que cuentes con la mano de obra calificada para su instalación.
Ambos sistemas tienen sus ventajas y desventajas, por lo que es fundamental analizar las necesidades específicas de tu proyecto para tomar la mejor decisión.